La princesa de Mónaco, Carolina de Hannover, se encuentra en Cuba llevando a cabo una visita oficial, estancia que aprovechó para obsequiar al país una obra del reconocido artista Oswaldo Guayasamín, que será exhibida en la Casa Museo dedicada a la memoria del célebre pintor ecuatoriano (1919-1999).

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La pintura fue realizada cuando la princesa era joven y forma parte de la extensa colección de retratos que Guayasamín creó de diversas personalidades. En este caso particular, la obra fue un regalo para el padre de Carolina, el príncipe soberano Raniero III de Mónaco.

Alfredo Che Vera Guayasamín, actual presidente de la Fundación Guayasamín, compartió que su abuelo pintó a Carolina en solo dos días, impresionado por la extraordinaria belleza de la princesa. La anécdota se conoció en un encuentro sostenido de la princesa con el embajador de Ecuador en Cuba, José María Borja, el ministro de Cultura, Alpidio Alonso, y Viengsay Valdés, primera bailarina y directora general del Ballet Nacional de Cuba.

Esta visita se enmarca en las presentaciones del Ballet de Montecarlo, que tras diez años de ausencia, comenzó sus funciones el viernes 16 y concluirá el domingo 18 de mayo en el Teatro Nacional de Cuba, donde el repertorio incluye tres funciones de la obra «Mi Corazón».

Los bailarines están bajo la dirección artística del exbailarín francés Jean-Christophe Maillot, mientras que la princesa se encarga de coordinar el colectivo en medio del inicio de la Feria Internacional de la Industria Musical Cubana, Cubadisco 2025, programada del 18 al 25 de mayo.

Durante las actividades del Cubadisco, que se llevarán a cabo entre el 18 y el 25 de mayo, se otorgará a la agrupación dancística el Premio de Honor, el galardón más prestigioso del evento.

Mónaco y Cuba establecieron relaciones diplomáticas en 2007, y desde entonces, los vínculos entre ambos países han ido fortaleciéndose con el paso del tiempo.

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